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Servicios PersonalizadosArticuloIndicadoresLinks relacionadosCompartirversión On-line ISSN Rev. Latino-Am. Enfermagem v.5 n.3 Ribeir?o Preto jul. 1997 http://dx.doi.org/10.-00009
Salud-educaci&n:
lo que pudo ser y no es
Health-education:
what it can be but it is not
Edilberto Rodr&guez RoseroI; Maria das Gra&as Carvalho
FerrianiII
Titular Universidad de Los Llanos-Colombia. Lic. Enf. U. Nal. de Colombia.M/Sc.
Desarrollo Educativo y Social. UPN-CINDE. Bogot&. Estudiante de Doctorado
de la Escuela de Enfermer&a de Ribeir&o Preto de la Universidad
de S&o Paulo. Brasil
IIOrientadora - Professor Associado do Departamento de Enfermagem
Materno-Infantil e Sa&de P&blica de la Escuela de Enfermer&a
de Ribeir&o Preto de la Universidad de S&o Paulo. Brasil
de su conocimiento y trayectoria experiencial, el autor hace una cr&tica
a la concepci&n y cosmovis&n pr&ctica de la medicina, la
salud, la educaci&n y el papel ing&nuo de los ciudadanos. Con
argumentaciones sint&ticas intenta despertar interrogantes y dar una
interpretaci&n a las casuas de la ineficacia del sistema de salud y su
severo dislocamiento de lo social frente al avance cient&fico y tecnol&gico.
Unitermos:
cr&tica, salud, educaci&n
Based on his knowledge
and experience, the author evaluates the concept and view of the medicine, health
and education practices as well as the citizen's role. Then, the author aims
at inquiring and interpreting the causes of the inefficiency of the health system
and its changes due to scientific and technological improvement.
Key words:
evaluation, health, education
A lo largo de los
22 a&os de experiencia laboral y profesional en diversos campos de la
educaci&n y de la salud en los niveles existentes, o sea Hospitales Universitarios,
Servicios de Salud, capacitaci&n de Promotores de Salud, de Auxiliares
de Enfermer&a, de profesionales de Enfermer&a en el Nivel de Pregrado
y Postgrado, en la Coordinaci&n de Centros y Puestos de Salud, en lo
que se refiere a los Programas que se ofrecen a la Comunidad, paulatinamente
he encontrado innumerables situaciones que generan m&ltiples inquietudes.
Esas inquietudes se reflejan en las siguientes preguntas: En qu& grado,
la consciencia determina las condiciones materiales de la existencia, espec&ficamente
Porqu& las
personas en su vida cotidiana act&an inconsistentemente, con respecto
a los principios elementales &tiles para cuidar la salud?
Puede una persona
culta en salud, preservarla, si vive en un tugurio?
Como ser inteligente,
cu&l es la responsabilidad que tiene una madre, frente a su propio cuidado
y al de su n&cleo familiar, principalmente frente a sus hijos en sus
primeros a&os?
Es innegable que
la salud es un bien deseable por todos y con m&s intensidad por la familia
con respecto a sus seres queridos, es decir la colectividad desea vivir sin
enfermar, sin embargo a trav&s de la historia siempre se intent&
dar la salud, teniendo como punto de referencia la instituci&n
de salud, a su vez en el &ltimo siglo, se ha pensado en que para proponer
algo bueno o eliminar alg&n mal, es necesaria la educaci&n, al
parecer usando como estrategia la educaci&n se puede hacer todo.
La dura realidad
que se conoce, tangible en los hospitales p&blicos, es que la mayor&a
de enfermedades infantiles son evitables o prevenibles, unas con acciones gubernamentales
como la optimizaci&n de los servicios p&blicos, otras con alimentos
de buena calidad, otras son prevenibles con un poco de educaci&n, la
mayor&a con acciones acertadas por parte de quien cuida los ni&os,
a&n en precarias condiciones ambientales. No obstante toda la inversi&n
en salud y la educaci&n que se ha ejecutado no han logrado cambios comportamentales
que se reflejen en la disminuci&n significativa de las morbilidades.
Los sociosalubristas
afirman, que las condiciones sociales hist&ricamente determinadas, la
privaci&n al acceso a los bienes materiales como la comida y a los bienes
culturales como la educaci&n generan las condiciones para que la gente
enferme. En los discursos de muchos pol&ticos y m&dicos aun se
escucha decir: Es que faltan centros, puestos de salud, hospitales, m&dicos,
y recursos para atender a los enfermos. Tengo la convicci&n de que las
soluciones no est&n en en la creaci&n de hospitales Materno Infantiles
o Universitarios.
En much&simas
visitas que he efectuado en Colombia a sectores poblacionales aislados y pobres,
en los departamentos de Cundinamarca, Choc&, Guaviare, Santander, Meta
y Nari&o, en donde despu&s de todos los saludos rituales de parte
y parte, de manera directa o indirecta se llega a la siguiente pregunta: Bueno
y c&mo est&n en salud? La respuesta es un&nime: "Ah
no, en aqu& no tenemos m&dico, ni siquiera
un promotor o enfermera, menos un puesto de salud.
A juzgar por la
anterior, si de dar soluci& es aqu& donde
comienza lo complicado, porque con esta visi&n medicalizada impuesta
por el poder de la medicina concuerdan las comunidades.
que la salud es un bien deseado por todos y en consecuencia las personas deben
tener la disponibilidad para luchar por la construcci&n de su propia
salud y la de sus seres queridos y el estado la obligaci&n de proveer
las condiciones necesarias para lograrla.
La realidad pr&ctica
indica que la educaci&n en salud y para la salud que implica un encuentro
cultural permanente con revalorizaci&n de la persona y su comportamiento
como responsable en parte de su pr&pia asistencia, no fue tenido en cuenta,
la educaci&n informativa o impositiva, no alcanza la generaci&n
de actitudes y pr&cticas que favorezcan el mejoramiento de la salud.
La concepci&n simplista de la educaci&n, hizo que se olvidara
que lo m&s complejo sucede cuando tiene que llevarse el concepto de
educaci&n a su operacionalizaci&n, usando para ello t&cnicas,
m&todos, ayudas, aptitudes y actidudes individuales, todos bajo un enfoque
pedag&gico conciso, un momento adecuado y con permanente consistencia
mistificaci&n del m&dico por parte de los medios de comunicaci&n
y la sociedad ha logrado que las comunidades crean que la salud es: Puesto de
salud, m& muchos de los profesionales de la salud
tambi&n creen que el n&cleo salvador de la salud colectiva se
encuentra en los programas que ofrece el sistema de salud, medicalizado y con
&nfasis casi absoluto en patolog&a, sintomatolog&a y tratamiento,
tal como se conoce.
Este concepto distorsionado,
no se gener& espont&neamente, sino por el ejercicio del poder
de dominio intelectual y econ&mico por parte de los due&os de
la medicina y de las fabulosas industrias de la enfermedad. La mayor&a
de los m&dicos acreditan o al menos act&an, basados en la medicina
curativa, asistencial, individual y rentable, creen que usando la tecnolog&a
como forma de responder a la enfermedad, la ciencia tendr& condiciones
de vencer la enfermedad y la muerte, valiendose del estado que suminist insidiosamente la sociedad que hace de ellos los m&s prestigiados
y lucradores del sistema, no han conseguido respuestas a los problemas de la
salud colectiva, por el contrario en su mayor&a luchan por una implantaci&n
de la medicina privada con otras formas sutiles o disimuladas de acrecentar
su riqueza.
Es cierto que la
situaci&n socioecon&mica influye en forma importante en el estado
de salud de la poblaci&n, pero esta situaci&n solo es entendible
a la luz de la sobrexplotaci&n y el marginamiento, aunados a la injusta
repartici&n de las riquezas nacionales y la explotaci&n de los
pa&ses m&s fuertes, que han dado origen a la formaci&n
de los grandes cinturones de miseria en donde las condiciones ambientales son
insalubres, coexistiendo a escasos metros con fabulosas mansiones, edificios
y todo tipo de ostentaci&n de riqueza y comodidad.
Cualquier reflexi&n
sobre la salud y la enfermedad, lleva a conclusiones de que se ha vivido en
permanente abandono personal, estatal y de la comunidad, en contraposici&n
a los grandes adelantos de la ciencia y la gran inversi&n en salud curativa,
con el esquema "si te quejas te doy salud".
Por otro lado se
desconoce que los cambios en los comportamientos negativos precisan de una introyecci&n
del problema y para que esto ocurra, es base indispensable que exista la posibilidad
de que la situaci&n de riesgo sea detectada y valorada por la poblaci&n,
adem&s de una voluntad positiva hacia el cambio. Estos comportamientos
negativos e inconsistentes con respecto al conocimiento cient&fico, que
conducen a perder la salud, no pueden quedarse enmarcados en explicaciones de
subdesarrollo, ignorancia, marginamiento, carencia de educaci&n formal,
torpeza o falta de voluntad
pues son en gran medida la
consecuencia de una raigambre cultural, de la concepci&n misma del desarrollo
y el enfoque de la medicina, as& como de la m&nima ejecuci&n
de una educaci&n sanitaria ecol&gica, cuya interacci&n
total se materializa en los diferentes comportamientos de los individuos.
Recordemos tambi&n
que todo el mundo construido e internalizado por los individuos es estractado
de la tradici&n y de la macrobservaci&n emp& de tal
manera que los comportamientos il&gicos a la luz de la racionalidad y
l&gica de los profesionales de la salud, son plenamente l&gicos
y racionales bajo la perspectiva conceptual, perceptual, social e hist&rica
de los protagonistas.
El logro de la
quiebra de
necesita, de igual forma, la troca de paradigmas
y estereotipos de la medicina ortodoxa, por ejemplo es necesario pasar de
procesos cortos y localizados de educaci&n en salud a procesos masivos,
permanentes y sistem&ticos, abandonando el enfoque curativo cl&nico
asistencial, reemplaz&ndolo por otro autoconstructivo comunitario preventivo,
ecol& cambiar el concepto de que la medicina es ante todo, porque
los hombres se sienten enfermos, por, la medicina es ante todo porque el hombre
necesita prevenir la enfermedad, construir la salud y por ende su felicidad.
Si aceptamos el
proceso salud-enfermedad es una determinaci&n social-hist&rica,
que consiste en un desequilibrio f&sico y/o psicol&gico, resultante
de las condiciones de alimentaci&n, habitaci&n, educaci&n,
renta, recreaci&n, acceso al agua potable, eliminaci&n adecuada
de excretas y basuras, f&cil accceso a los servicios de salud, en mejoramiento
gen&tico, estamos siendo parciales en la concepci&n; supongamos
por ejemplo que todas las condiciones fisicas son optimas, esto no garantiza
un optimo estado de salud, porque creo que el comportamiento individual-colectivo,
es una determinante con un &ndice significativo, que debemos incorporar
en discurso de la salud colectiva.
As& es posible
retratar una visi&n totalizante, que la hace diferente por el hecho de
considerar a la persona autoconstructora y factor determinante olvidado por
los pensadores de la salud p&blica, he aqu& que existe en realidad
un control posible, sobre el propio bienestar, constituyen este autocontrol
las conductas o comportamientos, a manera de una autodefensa de la pr&pia
poblaci&n, VALLA (1986)8 , afirman que en las condiciones
de la vida en las favelas, se vive en estado de "Emergencia Permanente".
El comportamiento
de los individuos en estado de emergencia permanente, si es basado en el conocimiento
y la racionalidad, necesariamente es digno de ser reconocido y dimensionado,
en forma contraria si el predominio es un comportamiento errado, necesita ser
dimensionado para elevarlo a nivel de la conciencia revalorado y en lo posible
modificado u omitido.
Cuando se habla
de comunidad debe entenderse que se trata de un grupo numeroso de personas que
habitan un &rea geogr&fica determinada, por lo tanto comparten
parte de su historia, costumbres, ambiente, carencias, necesidades,
de igual forma padecen en grandes proporciones de las mismas enfermedades, al
mismo saneamiento b&sico, est&n expuestos a los mismos riesgos,
al mismo desgaste, al mismo trato, e incluso a las mismas opciones de alimentaci&n
y atenci&n en salud.
En condiciones
de pobreza se presentan muchas limitaciones, que a su vez generan situaciones
interrelacionadas ineludibles, el desarrollo forzoso de la cotidianidad exige
respuestas inmediatas y obligatorias, para cuidar o abandonar su cuerpo y su
entorno, la respuesta dada es necesariamente fruto de factores personales e
impersonales de la concepci&n del fen&meno y de la percepci&n
que se tiene de &l.
En el &rea
de la salud se presentan numerosos comportamientos legados de la tradici&n
oral que en gran proporci&n son err&neos, otros son producto de
principios derivados de la macrobservaci&n, la mayor&a son omisiones,
por la escasa percepci&n o la valoraci&n inadecuada del estado
de emergencia permanente, esto facilita la permanencia de enfermedades y su
propagaci&n.
El concepto de
comportamiento d&bese entender desde una perspectiva hol&stica,
es decir es la capacidad de dar existencia al mundo exterior, con la integraci&n
de toda la informaci&n perceptiva, recibida por los sentidos en forma
directa o indirecta, mediata o a largo plazo.
El encuentro educativo
en salud se constituye en un encuentro cultural por excelencia, que si quiere
ser efectivo, exige una permanencia en las acciones y una insistencia que logre
un sentimiento de pertenencia, para que no se convierta en una mera forma de
imposici&n y de poder, pues la democratizaci&n del conocimiento
t&cnico implica una revalorizaci&n permanente que transforme acciones
negativas en positivas para el mejoramiento de la salud, es decir el usuario
necesita ayudar a construir la salud, necesita involucrarse en la acci&n
con un concepto de desarrollo humano construido desde lo educativo.
Es claro que el
agente educativo debe poseer capacitaci&n t&cnica y pedag&gica,
para que adem&s de permitir, facilite que el usuario asuma el papel que
de este contenido se desprende.
Al respecto en
reciente investigaci&n de la Doctora BENSEN (1995)1 encontr&
lo siguiente:
da implanta&&o do SUS, uma nova concep&&o de sa&de
vem sendo socialmente constru&da, onde a dimens&o educativa do
trabalho do enfermeiro est& mais presente e faz emergir um novo perfil
do enfermeiro com um forte compromisso s&cio-pol&tico, devendose
al&m da assist&ncia, trabalhar tamb&m a consci&ncia
do usu&rio"... "Verificou-se que o enfermeiro, enquanto trabalhador,
mesmo enfrentando as adversidades do cotidiano de sua pr&tica e o poder
institucional vem aprendendo e se construindo em e pelo seu trabalho..."
"O enfermeiro precisa estar alerta para come&ar a perceber as situa&&es
concretas que se apresentam no seu cotidiano. A dimens&o pedag&gica
do trabalho, muitas vezes n&o & percebida em forma clara pelos
enfermeiros, numa perspectiva de transforma&&o, sendo este um
aspecto limitador de sua pr&tica." "Um novo papel do enfermeiro
de cunho mais educativo, deve ser entendido como um buscar constante de forma
mais participativa com os usu&rios do servi&o de sa&de,
levando-os a uma melhor vis&o acerca de seu processo de viver, passando
sua pr&tica a ser visualizada como um embri&o de transforma&&o".
La anterior investigaci&n
reivindica y explica desde su perspectiva, el principio propio de el profesional
de enfermer&a, y le imprime la dimensi&n pedag&gica al
trabajo del profesional de enfermer&a, con una perspectiva de transformaci&n
y algo m&s profundo a&n, trabajar sobre la con
que bello compromiso. Esto exige en la formaci&n del profesional un contenido
profundo de una pedagog&a emancipadora y el desarrollo de habilidades
comunicativas de alta competencia.
VALLA (1986)9
, afirma: "Diante da situ&&o de emerg&ncia permanente...,
os servi&os de sa&de e demais servi&os b&sicos devem
transformar-se em sistemas locais de defesa-promo&&o coletiva
da vida. Tal mudan&a pressup&e, contudo uma nova rela&&o
entre os profissionais que atuam nesse n&vel". En el mismo sentido
MELLO (1993)4 afirma:
importante o servi&o valorizar a figura da m&e no processo de
cuidar das crian&as, enquanto aquela que efetivamente presta os cuidados
gerais & crian&a no dia-a-dia, reconhecendo alguns sinais e sintomas
de certas doen&as, acompanhando o crescimento, fornecendo alimento, amor
e educa&&o aos filhos. Os profissionais de sa&de necessitam
repensar a rela&&o usu&rio/servi&o, no sentido de
reconhecer as percep&&es trazidas pela popula&&o
e se envolverem com a realidade de sa&de e de vida da popula&&o
Desde este inter&s
emancipatorio de transformaci&n permanente, que presupone un nueva relaci&n,
exige cuantificar, cualificar y revalorar otros par&metros de la realidad
percibida por las comunidades, para la planeaci&n de acciones educativas.
Es bien aceptado
que los cambios comportamentales son conservados, cuando las personas creen,
que son hechos a partir de su pr&pia disposici&n interior y hace
sentido para ellas y siempre ser& olvidado y rechazado lo que es el producto
de imposiciones o manipulaciones hechas desde el exterior.
Sin embargo no
es suficiente la apropiaci&n de contenidos, si en un momento superior
y posterior los individuos no hacen una readaptaci&n y recreaci&n
de lo apropiado a otras situaciones particulares, es necesaria una conciencia
transitiva cr&tica, en donde se est& dispuesto a revisiones y
reinterpretaciones, orientando la actividad humana hacia fines deseados, caracterizandose
la conciencia cr&tica como el estado en que se es capaz de investigarse
a s& mismo, con una tendencia a problematizar y a discutir todo aquello
que parece obvio y verdadero, que no solamente acepta el cambio, sino que est&
dispuesto a cambiar.
En el aspecto pedag&gico
y comunicativo, es necesario reconocer que es lo m&s d&bil, por
parte de los profesionales de la salud, pues los nutricionistas, fisioterapeutas,
odont&logos, m&dicos, reciben su grado y de inmediato se convierten
en educadores de salud y en ot en lo pertinente de los
profesionales de enfermer&a esta falencia ha sido corregida en los &ltimos
Por desconocimiento
y como herederos de un conductismo autoritario, quienes ejercemos la intenci&n
de ense&ar, actuamos como absolutos poseedores del saber, con fuerte
tendencia a repetir la actitud de nuestros profesores y ejercer el poder de
que nos inviste el ser vistos con el halo de m&dico sanador y salvador
de todos los males y dolores presentes, predeterminando absolutamente todos
los contenidos y c&digos ling&isticos que creemos necesario que
"ellos" para que mis lectores profundicen mejor a continuaci&n
estracto algunos conceptos del gran pensador BERSTEIN (1971)2.
"El c&digo
elaborado se caracteriza por ser adecuado a un referente espec&
facilitador de la construcci&n y de intercambio de s&mbolos individuales,
productor de un nivel m&s alto de organizaci&n estructural y l&
poseedor de las capacidades de transmisi&n de significados expl&citos
y de elaboraci&n m&s f&cil de experiencias individuales
a trav&s de transmisi&n de reglas y principios. El c&digo
restricto, en contrapartida, es definido por el &nfasis dado en la inmediatizaci&n
de la relaci&n, por reducci&n del planeamiento verbal, por la
transmisi&n de reglas y no de principios, por el uso de expresiones faciales
como los principales indicadores de cambios de significados, por su tendencia
a la impersonalidad, por la falta de adecuaci&n a un referente espec&fico,
por que su contenido tiende a ser concreto, descriptivo y narrativo".
Cada lector que
posiblemente ha ejercido como profesor u orientador, con variedad de p&blicos,
reflexionar& sobre su propia actitud, tenemos que aceptar que en el &rea
de la salud debe darse primac&a a la acci& pero
por el contrario este encuentro se hace siempre con el habla mandativa de reglas
espec&ficas, sin referente a la cosmovisi&n del paciente, con
c&digos estrictos e inmediatistas, que necesariamente conducen al fracaso
en el objetivo de lograr que haya un aprendizaje sobre los cuidados o medidas
preventivas tan conocidas en el ambiente acad&mico de la salud p&blica
para ser re-elaborado y mejorar la conexi&n entre teor&a y mundo
de la vida, es decir ser aplicado en la vida cotidiana. Se olvida tambi&n
que la verdadera inserci&n cultural exige estar cerca de la gente, de
sus necesidades, de sus motivaciones, de sus percepciones de su lenguaje, de
su propia lectura del mundo cotidiano, y en interacci&n dial&gica,
lo que implica la problematizaci&n del propio conocimiento, el emp&rico
y el cient& la indiscutible relaci&n del individuo con su
realidad concreta basada en la macrobservaci&n, en la cual se genera
el conocimiento y sobre cuya realidad incide, para lograr as& comprenderla,
explicarla y acaso transformarla. Esto, cuando la autoridad suprema del acto
m&dico, al menos intenta comunicaci&n.
He hablado de la
educaci&n y la comunicaci&n por ser ellos, claves en la tarea
de construcci&n de la salud, en todos los en lo
que se refiere al periodo de socializaci&n secundaria y por ser all&
donde podemos actuar, pero los espacios m&s influyentes e importantes
para esa tarea, est&n ocupados por otros agentes en el jard&n
infantil, la escuela primaria y el hogar, actualmente poseedor de receptores
de comunicaci&n masiva que manipulan, borran y crean valores o antivalores.
Para REY (1987)6 "La socializaci&n es aquel proceso mediante
el cual todo miembro de determinado grupo social, se hace part&cipe de
sus valores, creencias, sistemas de percepci&n, sistemas normativos,
formas de control social", el mismo autor (1991)7 afirma que:
"La interacci&n de aprendizaje se ejecuta en el espacio real
e inmediato
es all& donde se experimenta el
poder, la ideolog&a, la alienaci&n, la transformaci&n y
la posibilidad de cambio".
Toda la socializaci&n
primaria ocurre en los primeros 7 a&os de vida, en esta variable tan
grande y definitiva, que se hace en espacio real y cotidiano del hogar y es
aqu& donde se adquieren los valores, creencias, percepci&n; es
decir aqu& est&n las plantillas para el comportamiento posterior,
incluso de la est&tica, el amor, el respeto al otro, la valoraci&n
y respeto de la naturaleza, etc.
Con respecto al
problema de eficiencia de los programas educativos que intentan en forma masiva
llegar al seno de las comunidades, existe en Colombia el programa SUPERVIVIR,
realizado por los profesores y estudiantes de 9° y 10° grado escolar,
al estudiar lo que suc GUEVARA & RODRIGUEZ (1993)3.
Afirman lo siguiente:
nivel de apropiaci&n te&rica lograda, conduce a un di&logo
intersubjetivo escaso y restringido, en consecuencia no puede crear una conciencia
colectiva, sobre el sentido de un apre no puede haber una
reelaboraci&n de conceptos... Ante una apropiaci&n te&rica
deficiente, es de esperar una aplicaci&n pr&ctica tambi&n
deficiente, lo que se confirm& en la observaci&n de 100 familias
beneficiarias, donde el 57% de las conductas observadas fueron calificadas como
regulares o malas, es decir el aporte familiar para la construcci&n de
la salud es
este resultado no es dependiente solo de la
acci&n educativa del vig&a, sino de una multicausalidad que algunos
estudiosos denominan patolog&a social. Este distanciamiento entre la
verdad te&rica aprendida y las conductas negativas incoherentes en salud,
en una alta proporci&n obedecen a la introyecci&n de una estructura
cultural colectiva, carente de principios para construir la salud... El paradigma
de ense&ar para transformar, es solo un estereotipo de verdad, ser&a
mejor y m&s real ense&ar a reflexionar, para c
el nivel cognitivo logrado ascender&a hasta develar el accionar incongruente,
y aterrizar&a al individuo en otras verdades y otras conductas, la estrategia
metodol&gica deber&a dirigirse a auxiliar conciencias, para que
ellas puedan reflexionar y ascender a verdades autogeneradas y libertarias...
Las posibilidades para la estructuraci&n de la vida cotidiana, se escogen
de tal forma que se acomoden a las prioridades sensitivas y al gozo, todo ello
enmarcado dentro de la circunstancialidad".
Indudablemente
que en estas afirmaciones se est& concediendo primac&a al aprendizaje
y t&citamente incorporando una relaci&n directamente proporcional
entre aprendizaje, cognici&n, percepci&n y acci&n, el deslinde
pr&ctico entre estos cuatro conceptos interrelacionados quedan al margen
del presente trabajo. Talves, una forma de abarcar m&s totalidad ser&a
estudiando la salud colectiva como una representaci&n social por las
determinaciones que ella tiene y por la forma como fue y como es construida.
En los programas
educativos en salud se elude el enfoque pedag&gico, los espacios
f&sicos adecuados para acciones y los momentos para intentar educaci&n
preventiva espec& se convirti& en "costumbre normal"
atiborrar o intentar embutir un mont&n de recomendaciones en la preconsulta
o durante la espera en salas reducidas o en pasillos
evidentemente
en m&xima incomodidad y estres.
El planeamiento
de las acciones educativas en salud, tanto en sus contenidos, saberes, m&todos,
t&cnicas, ayudas, objetivos, espacios, parece leg&timo
hacerlas desde el conocimiento, inter&s, habilidades, disponibilidades,
tiempos, momentos, lugares, estados emocionales, necesidades y cosmovisi&n
del profesional de la salud, ¡de hecho eso ocurre!. En la investigaci&n
MIRON et. al. (1995)5 , se encuentra una s&ntesis importante
que retrata el sentir de las madres despu&s de un contacto con los agentes
e instituciones de salud.
ao dar entrada com seu filho nesse ambiente, & desconsiderada como portadora
de saberes e pr&cticas no cuidado & crian&a. A equipe t&cnica
assume de modo absoluto esse cuidado, investida de autoridade propiciada por
sua forma&&o profissional. &A m&e cabe o lugar de
coadjuvante, exigindo-se dela uma postura colaborativa com os preceitos ditados
pelo pessoal hospitalar e pelas normas da institui&&o. Na aproxima&&o
da alta hospitalar a m&e & resgatada como elemento fundamental
para o cuidado da crian&a no domic&lio. A& ocorre um esfor&o
no sentido de oferecer informa&&es a fim de responsabiliz&-la
pela completa recupera&&o da crian&a e para a manuten&&o
de um estado saud&vel. Nossa experi&ncia, como enfermeiros e docentes,
permite-nos afirmar que essas informa&&es s&o apresentadas
em momentos de grande ansiedade, muito pr&ximos da hora da sa&da
do hospital e em linguagem t&cnica, havendo pouca ou nenhuma preocupa&&o
em verificar o entendimento dessas m&es. Ao mesmo tempo, muitas vezes
ocorre um descolamento entre os cuidados prescritos e as condi&&es
sociais da crian&a e sua fam&lia pois desconhece-se sua hist&ria
de vida, limitada, no sistema de sa&de, aos registros biol&gicos/sintomatol&gicos.
Esses saberes e pr&ticas populares, quando relatadas pelas m&es,
s&o suficientes para o "doutor xingar", constituindo-se em
mais uma viol&ncia para a m&e".
Con las ideas implicitas
y expl&citas, sint&ticas y ecl&pticas que anteceden, intento
con optimismo, despertar interrogantes y poner en discusi&n algunas causas
profundas del problema y dar una interpretaci&n al porqu& esa
situaci&n ruin de la salud en Am&rica Latina, en medio del avance
cient&fico y tecnol&gico de la postmodernidad.
REFERENCIAS
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O principio educativo no trabalho do enfermeiro. Disserta&&o
(Mestrado) - U.F.P. 1994 e Bolet&n Latino Americano de Enfermer&a,
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da crian&a de 0 a 59 meses de idade: um estudio em dois bairros de
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PALHA, P.F.; RODRIGUEZ, R.J.E. Saberes e pr&cticas das m&es
no cuidado & crian&a no p&s-alta hospitalar. Ribeir&o
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Rio de Janeiro. Rio de Janeiro: Petr&polis: Vozes/Abrasco, 1986 p.132,134.
&&&&&&&&[  ]09. VALLA, V.V.
Ibid. p. 12.}

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